Seguro que te han aconsejado o has visto por televisión diferentes técnicas para poder hacer callar a un perro que ladra, para que un perro no tire de la correa, para que un perro no salte a la gente y muchas cosas más.
Y tengo que decirte que vayas con cuidado, porque no todo vale. Aunque parezca que funcione no significa que sea lo correcto.
Y te voy a explicar porque.
Básicamente hay dos tipos de educación: la educación amable o la educación tradicional .
Educación tradicional:
Seguro que habrás escuchado alguna vez que debemos ser el alfa, el líder de nuestro perro, que esto es la base para que nos haga caso y para que no hayan problemas de convivencia en un futuro.
Que debemos salir antes por la puerta, o comer antes que ellos. Qué es inviable que suban al sofá y qué te pongan una pata encima…y podríamos decir muchas cosas más.
Porque si le permitimos todo esto, nos tomará el pelo y nos acabará dominando. ¡Porque se convertirá en un perro dominante!
Pero tranquilo! no hay perros dominantes! La teoría de la dominancia ha quedado obsoleta desde hace años. Así que olvídate de que tengas que ser el alfa.
Por desgracia, este tipo de pensamiento nos ha llevado a técnicas aversivas como:
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- collares de ahogo
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- collares de pinchos
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- collares eléctricos
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- bocinas de aire
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- spray de citronela
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- chorros de agua
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- tirones de correa
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- gritos
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- toques
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- lanzar cadenas y muchas más que se inventan
Todo este tipo técnicas funcionan a través del miedo y el dolor. Es decir, tu perro te hará caso por miedo. Y esto tiene unos efectos nocivos para el perro:
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- Afecta al bienestar del animal, provocando un estrés crónico. No solo lo pasa mal en el momento que es castigado, sino que sabemos que el resto del día sigue estresado, y acaban siendo perros pesimistas.
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- Aumentan los miedos y las agresividades.
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- Pueden generar daños físicos.
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- Se rompe el vínculo entre el perro y tutor. (Su tutor ya no es una base segura, puede hasta llegar a tener miedo de él).
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- No le estamos enseñando alternativas ni nuevos aprendizajes.
Es por esto que los profesionales estamos en contra de este tipo de educación basada en el miedo, el dolor, el de imponer, el de mandar.
Son técnicas que suelen atraer xq parecen efectivas en el momento, porque inhiben conductas, pero ya habéis visto las consecuencias tan peligrosas que tiene.
Educación amable y respetuosa:
La educación amable se basa en enseñar de manera amable y respetuosa.
Primero de todo, el tutor quiere y entiende qué es un perro, tiene un buen vínculo y sabe qué necesidades debe de tener el perro en su día a día. Tiene sus necesidades cubiertas, tanto físicas, como mentales, como de afecto.
A partir de aquí la educación se basa en potenciar esas conductas que queremos reforzar a través de un trato amable y añadiendo cosas agradabales como por ejemplo:
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- nuestro tacto
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- nuestra voz diciendo un “muy bien”
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- jugando
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- dando un premio
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- o cualquier otra cosa que para el perro sea placentero.
Los beneficiosos que nos llevamos a través de este tipo de manejo son muchos:
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- Un vínculo de apego seguro.
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- mayor aprendizaje, tasas altas de aprendizaje.
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- mayor motivación, el perro disfruta, y quiere aprender más.
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- Fomenta un carácter estable y equilibrado.
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- no hay miedos.
Por lo tanto la base de todo está en potenciar las conductas deseadas a través de refuerzos positivos, ignorar las conductas no deseadas o bien darle una alternativa de manera amable.